Estructura del diente, dientes sanos y prótesis dentales
Aunque cumplen diferentes funciones, los 32 dientes tienen la misma estructura. Tanto si se trata de dientes de leche, molares o incisivos, cada uno de nuestros dientes tiene tres zonas: la corona, el cuello y la raíz. Están formados por diferentes capas y materiales, desde el esmalte, la sustancia más dura del cuerpo humano, pasando por la dentina, semejante al hueso, hasta la pulpa sensible en el centro del diente.
En este artículo descubrirá la estructura de un diente humano, conocerá qué zonas necesitan una protección especial durante su rutina diaria de higiene bucal y qué tratamientos médicos están disponibles para la restauración de sus dientes.
Estructura de los dientes: corona, cuello y raíz
Si observamos un diente de arriba abajo, podemos dividirlo a grandes rasgos en tres zonas: la corona, el cuello y la raíz:
Corona dental
La corona es la parte visible del diente. Su función principal es la de masticar los alimentos. La forma cónica de la corona de los dientes incisivos es perfecta para morder. En cambio, las superficies masticatorias de los molares trituran los alimentos para poder tragarlos con facilidad.
Cuello
El cuello del diente se encuentra entre la corona y la raíz. Un cuello dental sano está cubierto por las encías y, por tanto, está bien protegido de las influencias externas. Sin embargo, cuando los cuellos dentales quedan expuestos debido a la retracción de las encías, suelen causar dolor y reaccionar con sensibilidad al frío, al calor y a los alimentos dulces o ácidos.
Raíz
La raíz está completamente cubierta por las encías. Al estar firmemente anclada en el hueso maxilar, mantiene los dientes fijos en su sitio. Mientras que los incisivos suelen tener una sola raíz, los molares más grandes tienen hasta cuatro. Las raíces suministran nutrientes, sangre y líquido linfático a los dientes para mantenerlos sanos y vivos.
Estructura del diente: la parte visible del diente
Encías (gingiva)
Las encías cubren el cuello del diente y protegen las partes subyacentes del diente y la mandíbula de la entrada de bacterias. Las encías sanas son de color rosa pálido y firmes al tacto. Los síntomas de inflamación de las encías (gingivitis) pueden ser enrojecimiento, hinchazón y sangrado de las encías.
Esmalte
El esmalte forma la capa más externa de la estructura dental y recubre la corona. El esmalte es la sustancia más dura del cuerpo humano y está compuesto casi en su totalidad por el mineral hidroxiapatita. Con el tiempo, la masticación diaria y otros factores pueden provocar defectos microscópicos en el esmalte, de modo que las capas subyacentes ya no quedan protegidas de forma óptima.
Fisuras dentales
Los pequeños surcos y depresiones de los molares se denominan fisuras. Aunque ayudan a masticar los alimentos, también son muy propensas a las caries. Como las fisuras pueden tener hasta 1 mm de profundidad y ser de difícil acceso, la placa puede formarse fácilmente y permanecer en estas zonas. Como consecuencia, suelen producirse las denominadas caries de fisura.
Estructura interior del diente
Dentina
La dentina se encuentra debajo del esmalte. Es la segunda sustancia más dura del cuerpo humano y alrededor de dos tercios de ella están compuestos por hidroxiapatita. A diferencia del esmalte, que no puede ser reproducido por el organismo, se genera continuamente a lo largo de nuestra vida. A través de la dentina discurren finas fibras nerviosas denominadas túbulos o canales dentinarios. Si el esmalte está dañado y los túbulos dentinarios están expuestos, los factores irritantes externos se transmiten por esta vía al interior del diente, lo que a menudo se manifiesta como sensibilidad dental.
Pulpa dental
La pulpa dental está rodeada por la sustancia dura del diente y un espacio conocido como cavidad o cámara pulpar. Es un tejido conectivo gelatinoso y blando, formado por vasos sanguíneos, líquido linfático y fibras nerviosas, por lo que a menudo se le llama erróneamente nervio dental. La pulpa se extiende hasta los conductos radiculares, por donde entran y salen nervios y vasos sanguíneos. La inflamación de esta zona sensible (pulpitis) suele estar causada por caries no tratadas. Los síntomas son un dolor de dientes muy intenso y sensibilidad a la temperatura y la presión.
Cemento radicular
El cemento radicular forma parte del periodonto (la estructura que soporta el diente) y rodea la raíz y el cuello del diente. Además de fibras, tejido y agua, contiene hasta un 65% de hidroxiapatita, lo que hace que el cemento radicular tenga una consistencia similar a la del hueso. Una de sus funciones es la de servir de anclaje a las denominadas fibras de Sharpey. Estas fibras elásticas garantizan que el periodonto (los tejidos que sostienen un diente) sea flexible en lugar de inmóvil. La presión generada al masticar es amortiguada por estas fibras.
Hueso maxilar
El maxilar superior (maxilar) está conectado al maxilar inferior (mandíbula) por una articulación que permite abrir y cerrar la boca y, por lo tanto, masticar y triturar los alimentos. Los dientes están firmemente anclados dentro de una cavidad (alvéolo) en el hueso maxilar y la mandíbula. Una razón frecuente del aflojamiento de los dientes es la inflamación del alveolo (periodontitis). Se trata de una inflamación bacteriana en la que el propio sistema inmunitario del cuerpo produce células destructoras de hueso (osteoclastos). En el peor de los casos, la periodontitis también puede provocar la pérdida de dientes.
Higiene bucodental y restauración
El cepillado es uno de los métodos más eficaces para mantener la salud bucodental y prolongar la vida de los dientes. El cepillado diario se centra principalmente en las zonas visibles de los dientes: el esmalte, las fisuras, los espacios interdentales y las encías, en particular la línea gingival.
El objetivo es eliminar los restos de comida y los depósitos de bacterias conocidos como placa. De esta forma se protegen los dientes y las encías del ataque de microorganismos y se previene la formación de caries o gingivitis.
Las bacterias se acumulan fácilmente en la superficie de los dientes y a lo largo del margen gingival (borde de la encía), alimentándose de los restos de comida y azúcar y produciendo ácidos como resultado. Los ácidos desmineralizan los dientes y disuelven los componentes cristalinos del esmalte. Una dieta rica en alimentos azucarados y ácidos también favorece la desmineralización.
Como consecuencia, aparecen defectos microscópicos en el esmalte a los que las bacterias pueden adherirse más fácilmente, favoreciendo el desarrollo de caries. Además, otros agentes irritantes también pueden transmitirse a las delicadas capas internas de los dientes a través de los pequeños defectos del esmalte. Muy a menudo, estos defectos se manifiestan como sensibilidad dental cuando se consumen alimentos y bebidas calientes, fríos, ácidos o dulces.
El uso diario de pastas de dientes que contengan hidroxiapatita biomimética, más conocida como esmalte artificial, permite sellar las grietas microscópicas y reparar la superficie del esmalte. Los dientes se sienten más lisos y es más difícil que las bacterias se adhieran a la superficie. Como resultado:
• Se reduce la formación de placa y sarro
• Se previenen las caries y los problemas de encías
• Se reduce la sensibilidad dental
Restauración dental: métodos y tratamiento
A pesar de una buena higiene bucodental, no siempre se pueden evitar los daños en los dientes. Cuando se produce un daño, es necesaria una intervención odontológica para restaurar la estructura del diente. No solo existen razones estéticas para rellenar los huecos causados por la caries o reemplazar los dientes perdidos. Las diversas técnicas también ayudan a mantener sana la dentadura en su conjunto. ¿Cuáles son las técnicas modernas de restauración dental?
Empastes
Para los daños puramente superficiales, se suele utilizar un empaste para reparar el diente. Este método se utiliza generalmente para rellenar agujeros causados por caries cuando la raíz no se ha visto afectada o cuando se ha roto un pequeño trozo del diente. Para los empastes pueden utilizarse diferentes materiales:
- La amalgama es una aleación metálica y es extremadamente duradera. Sin embargo, los empastes de amalgama se notan de inmediato, ya que no pueden hacerse del mismo color que el diente y son metálicos. Además, el uso de amalgama es controvertido, ya que contiene mercurio, que es tóxico para los seres humanos. Hoy en día, el uso de empastes de amalgama está prohibido en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y en menores de 15 años. De aquí a 2030 se tomará una decisión sobre la prohibición general del uso de estos empastes en la UE.
- Los empastes de cerámica son estéticamente más atractivos, pues es más fácil adaptarlos al color de los dientes, lo que hace que se noten menos al hablar o reír. Sin embargo, también son menos duraderos.
- Los empastes de resina sintética, a menudo denominados composites por los expertos, combinan ambos aspectos: son más duraderos que los empastes de cerámica y pueden adaptarse visualmente al color del diente. Sin embargo, muchos seguros médicos no los cubren como parte de la cobertura estándar.
Incrustaciones dentales
Una incrustación dental es un tipo de empaste que se realiza individualmente en el laboratorio. Se utiliza cuando aún quedan suficientes partes del diente natural en su lugar. Mientras que una incrustación inlay sustituye solo una pequeña parte del diente, una onlay suele cubrir toda la superficie masticatoria de un molar.
Tanto las incrustaciones inlay como las onlay se fijan con un adhesivo, mientras que los empastes clásicos se colocan directamente en la boca y luego se endurecen. También suelen estar hechas de cerámica o, con menos frecuencia, de metales preciosos como el oro o el titanio.
Bonding
El bonding es un procedimiento relativamente nuevo para restaurar piezas dentales y puede utilizarse, en particular, para la corrección estética de dientes sanos. En este proceso, se moldea una resina plástica o sintética sobre el diente.
De esta manera se pueden ocultar pequeñas desalineaciones, separaciones, formas dentales subjetivamente poco atractivas o manchas y estrías. Los dientes frontales que se han roto o acortado como resultado del bruxismo también pueden repararse mediante esta técnica. Sin embargo, el bonding suele considerarse un procedimiento puramente cosmético, por lo que las aseguradoras no cubren los costes.
Corona
Si un diente está muy dañado, se utiliza muy a menudo la corona clásica, que protege y cubre el diente natural. El objetivo es conservar el diente natural a pesar de los graves daños. Para que un diente pueda ser restaurado con una corona, la raíz debe estar intacta y libre de daños.
Se distingue entre coronas parciales, que cubren solo parte del diente, y coronas totales, que cubren todo el diente. Primero, el dentista toma una impresión, que el laboratorio utiliza para hacer una corona a medida. Mediante cemento o un adhesivo sintético, la corona se fija al diente previamente limado por el dentista. Como materiales se utilizan metal, cerámica o plástico.
Puente
Si falta un diente, puede colocarse un puente para cerrar el hueco. El puente se fija a los dientes adyacentes, que deberán limarse y cubrirse con coronas. La colocación de un puente solo es posible si los dientes adyacentes están sanos y no están torcidos, es decir, si no están inclinados hacia el hueco. Los puentes suelen ser de oro, plástico o metal.
Implante dental
Al igual que un puente, un implante es una prótesis dental fija. Para anclar un implante en la mandíbula, se implanta una raíz sintética en lugar de la raíz natural. La prótesis dental se fija a esa raíz.
Un implante es un procedimiento complejo y, por lo general, tarda entre dos y seis meses en curarse en la mandíbula. La mayor ventaja con respecto a un puente es que no es necesario tallar ni poner coronas en los dientes adyacentes.
En la actualidad, los métodos y materiales que pueden utilizarse en odontología para reparar y reconstruir dientes dañados son muy variados y pueden ajustarse a cada caso particular. El dentista también le explicará qué opciones son adecuadas para restaurar su diente.
Pero incluso los implantes y otras restauraciones deben limpiarse y cuidarse. Para ello, todos los productos Bioniq® tienen una composición no agresiva y también se pueden utilizar con implantes y prótesis dentales fijas o removibles. Contienen agentes limpiadores suaves y partículas abrasivas delicadas que no dañarán los implantes, las coronas, los empastes ni las carillas.
Nuestras recomendaciones de productos para una higiene bucodental saludable
También le puede interesar:

Hidroxiapatita
Nuestros dientes están compuestos en un 97% de hidroxiapatita. Utilice productos Bioniq® con esmalte artificial para restaurar el esmalte.

Esmalte dental
El esmalte dental es la sustancia más dura del cuerpo humano. Sin embargo, con el tiempo se desgasta. En este artículo conocerá qué es el esmalte, qué función tiene para la salud bucodental, cómo reconocer el desgaste del esmalte y cómo restaurar su propio esmalte.

Innovación e investigación
Descubra aquí las innovaciones en cuidado bucal desarrolladas por Dr. Wolff Research y cómo el nuevo ingrediente activo «hidroxiapatita» puede proteger sus dientes.